Esta hazaña no ha sido igualada nunca, poseyendo el honor de ser el único equipo filial que haya disputado una final en la historia de la Copa pese a que perdería por 6-1. En las eliminatorias, el Castilla se deshizo del Extremadura, el AD Alcorcón, el Racing de Santander y a los entonces equipos de primera división, Hércules CF (tras levantar el 4-1 de la ida con un 4-0 en Madrid), el Athletic Club (al vencer en la vuelta en San Mamés por 1-2 y el empate sin goles en la capital), y a la Real Sociedad (con un resultado global de 3-2), que ese año terminaría siendo subcampeón de liga y la ganaría los dos años siguientes.