El 29 de febrero el entonces Secretario de Estado para las Regiones del Sur, Lord Shelburne, comunicó al Almirantazgo, el órgano de gobierno de la Royal Navy, que el rey y el gobierno británico habían dado su aprobación a este proyecto y que otorgaban 4.000 libras para la expedición del Pacífico, instando a que la Armada se hiciera cargo de equipar un navío para llevar a los observadores hasta el lugar finalmente escogido.