Ese mismo año, el Club Real Santa Cruz fue afiliado a la Asociación Cruceña de Fútbol, participando en la Segunda de Ascenso, y durante varios años en el club solo podían competir jugadores cruceños, como una especie de filosofía deportiva. En cuanto a la tipografía, la cantante pidió expresamente que no fuera una fuente ya existente o de computadora, sino que fuera dibujada a mano para dejar su rastro humano en el álbum.