Se combina la estética clásica del polo con elementos de diseño más moderno, como la propia distribución de colores. Muchas veces los uniformes se bordan con el logotipo institucional para que, a la vez, funcione como reforzamiento de marca. Es decir, el uniforme no se usa tan solo como ropa de trabajo, sino que ha pasado a ser parte de la imagen corporativa y la estrategia de mercadotecnia empresarial.