La magnitud que iba adquiriendo el club se fue haciendo cada vez más notable, y así se llegó al 29 de junio de 1920, cuando se produjo uno de los hechos más destacados en la historia blanca como fue la recepción de una breve misiva procedente del rey de España Alfonso XIII de Borbón al presidente del club. Tras el acto, Pedro Parages -ya presidente del club- en similares términos y con palabras de gratitud por el reciente nombramiento, envió de vuelta una misiva en la que además del agradecimiento solicitaba una audiencia con Su Majestad, tras la cual le concedió a su primogénito Alfonso de Borbón y Battenberg la presidencia de honor de la Sociedad.