Poco después, en septiembre y ante la sorpresa de los directivos del club, Luis de Carlos accedió a la presidencia con el difícil reto de manejar el club a la sombra del antiguo mandatario. Pese a ello, supo mantener en todo momento los valores del madridismo, camiseta del real madrid lo que le hizo acreedor de un reconocimiento únanime del mundo del fútbol al dirigir al club en el difícil período de transición tras la desaparición de su dirigente más legendario y quizás del fútbol español en toda su historia.