Desde aquel campo de fútbol al lado de su casa de La Louviére, al que escapaba con sólo cuatro años, hasta el Estadio Santiago Bernabéu en el momento de su mayor auge futbolístico. Dos empates a cero contra el Lleida y el Rayo de un magistral Wilfred, que lo paró todo, fueron contrarrestados con una victoria por 0 a 2 en Logroño.